Incrustaciones de Porcelana

Las incrustaciones de porcelana son el tratamiento de elección para aquellas piezas dentales que han perdido uno de los dos lados interproximales, pero principalmente para aquellos dientes a los que le falta gran cantidad de tejido dentario por caries grandes y para aquellas a las que se les ha realizado el tratamiento de conductos (endodoncia), por lo que se quedan más frágiles con mayor tendencia a fracturarse.

Las incrustaciones de porcelana son las sustitutas de las antiguas coronas pues nos permiten restaurar los dientes, especialmente los posteriores (molares y premolares) de la manera más conservadora posible sin necesidad de sacrificar tejido dental sano. Además, la porcelana es el material que más se asemeja a nuestros dientes proporcionándoles mayor dureza y consistencia que la que les aportan los composites. Las incrustaciones son confeccionadas en el laboratorio por nuestro técnico dental, proporcionándoles su anatomía no solo al diente en cuestión, sino también a los dientes adyacentes, cerrando espacios con lo que evitaremos que se empaquete comida facilitando, de este modo, la higiene bucodental y la salud de nuestras encías.

Generalmente, el modo de proceder para la colocación de las incrustaciones consiste en dos citas. En la primera, se limpia la parte afectada del diente y se toman medidas para enviárselas al técnico dental. Además, se confecciona un provisional de resina con el fin de proteger al diente y de proporcionar comodidad al paciente. En la segunda cita, se remueve el provisional y se cementa definitivamente la incrustación de porcelana, quedando, de esta manera, restaurado el diente y preparado para funcionar en la masticación diaria normal.

Dra. Cristina Pérez